“A los hombres les encanta
maravillarse. Esto es la semilla de la ciencia” Ralph Waldo, poeta y
pensador estadounidense.
Otra parte de la responsabilidad recae en las autoridades y en la Planeación Educativa. La oferta de Educación Superior debiera ir en congruencia con el crecimiento que tendrá la economía, para que puedan preparase los recursos humanos que para tal efecto se requieren; con una visión precisa de la sociedad que deseamos tener.
Por otro lado, si queremos una educación de calidad, que detone el desarrollo económico, es
necesario intervenir y proponer en los foros adecuados, una mejor
planeación de la educación superior.
"La ciencia es el alma de la prosperidad de las naciones y la fuente de todo progreso" Luis Pasteur.
Petra Llamas
Acercarse al conocimiento
tecnológico debiera ser una tendencia natural en un momento en el
que la tecnología es el eje
sobre el que gira la llamada “sociedad
del conocimiento” sin embargo, las cifras de la Educación Superior arrojan datos
preocupantes sobre la alta deserción en
carreras de corte tecnológico,
sobre todo en el primer año. Su preferencia se inclina hacia las carreras económico-administrativas. Las razones
por las que un joven no quiere estudiar una carrera de ciencias pueden ser diversas y seguramente todas
deben estar relacionadas.
Podríamos buscar explicaciones en la herencia cultural de Platón, que despreciaba toda
disciplina que no estuviera vinculada con el mundo de las ideas. Él consideraba como
actividad inferior todo lo manual y
experimental, ya que, si el
hombre se dedicaba a lo real,
lo incapacitaba para observar lo ideal.
Además, mantenía que toda actividad
física llevaba implícita la modificación de la naturaleza y por tanto era una
forma de infringir sus leyes.
Platón nos dejó una tradición
academicista que despreciaba lo práctico y ensalzaba lo teórico en
la educación.
También podríamos buscar una más cercana y tangible en la Educación Básica que es la etapa
en la que el alumno adquiere las bases que lo acercarán al conocimiento de sí mismos y de la
realidad en la que viven; por tanto el énfasis debe estar en el dominio de
dichos conocimientos básicos como
son: la lectura, la escritura, el razonamiento lógico-matemático, un
segundo idioma y el
buen uso de las TIC´s. Si logra, dominar estos contenidos, en
especial el de la lectura, los demás: Geografía, Historia, Civismo o Ciencias Naturales, no
representarán mayor dificultad en su aprendizaje.
A pesar de todos los esfuerzos que se han desplegado en capacitación docente, programas
especiales, equipamiento y metodologías para que los niños
adquieran el gusto por las ciencias
exactas, esto no ha podido lograrse y es raro encontrar alumnos que disfruten con ellas.
Tal vez habría que revisar a conciencia la forma en que se está trabajando con
esas asignaturas en la escuela.
Los profesores tienen una gran parte de responsabilidad en esa aversión
de los alumnos hacia los saberes
tecnológicos. Una de las características más importante del buen maestro es que conoce
perfectamente bien la materia que imparte, prepara sus clases y suele
contagiarlos con su entusiasmo, por tanto, la simpatía o el rechazo de
un alumno hacia alguna asignatura,
tiene casi siempre su raíz en el gusto o disgusto o conocimiento que el profesor tiene por
ella.
Es en la Educación Básica donde
se deben establecer los cimientos de una buena preparación, donde se puede
trabajar y desarrollar el gusto por las ciencias y donde se va gestando la vocación. En el bachillerato se debe seguir con
una dinámica similar de
estudio y trabajo con las ciencias
exactas, cuidando también que el alumno egrese sin lagunas de aprendizaje, para que pueda
elegir sin temor ni prejuicios, una carrera tecnológica, con la seguridad de que logrará finalizarla
sin mayor problema.
Otra parte de la responsabilidad recae en las autoridades y en la Planeación Educativa. La oferta de Educación Superior debiera ir en congruencia con el crecimiento que tendrá la economía, para que puedan preparase los recursos humanos que para tal efecto se requieren; con una visión precisa de la sociedad que deseamos tener.
Según Tishman, la educación
tecnológica es mucho más que un conjunto de saberes sobre tecnociencia, él lo considera como una
forma de ser y comportarse y establece que existen siete disposiciones del pensamiento tecnológico que
son:
1. La disposición a ser amplio y aventurero.
2. La disposición a tener capacidad
de asombro, a la búsqueda
de problemas y a la investigación.
3. La disposición a construir explicaciones y
comprensiones.
4. La disposición a hacer planes y a ser estratégico.
5. La disposición a ser intelectualmente cuidadoso.
6. La disposición a buscar y evaluar razones.
7. La disposición a ser metacognitivo.
No podemos soslayar la importancia que tiene la educación tecnológica en el progreso económico de cualquier
país y sobra decir que el desarrollo
tecnológico está fundamentado en el dominio de las ciencias exactas; es por ello que se
vuelve una necesidad desarrollar nuevas propuestas de enseñanza y de aprendizaje de
estas disciplinas, dentro y fuera del aula y hacerlo desde edades
tempranas.
"La ciencia es el alma de la prosperidad de las naciones y la fuente de todo progreso" Luis Pasteur.
Petra Llamas
Publicado en La Jornada de Aguascalientes el 22 de julio del 2011.
Twitter: @PetraLlamas
Correo:petrallamasgarcia@gmail.com
Youtube: https://www.youtube.com/c/ReflexionesdelaMaestraPetraLlamas/videos
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