“La educación sería como la arquitectura de un edificio y la cultura sería la decoración”. Enrique Rojas
Hoy día, la palabra “cultura” se refiere a todo lo que ha sido realizado por el hombre,
tanto en lo individual como en lo social. Pero el significado de la palabra “cultura” ha ido cambiando a lo largo
de la historia.
En un principio aludía al “cultivo de la tierra”, derivado
del latín, cultus.
Posteriormente se empleó como una analogía, para describir el “cultivo” de las facultades intelectuales del ser humano". De esta manera se podía hablar de
que un hombre era “culto”
cuando había sido educado en filosofía, arte, literatura, música, humanidades,
etc.
La sociedad actual se caracteriza
por la fascinación hacia las nuevas tecnologías en todos los aspectos de la vida.
Ha llegado a tal grado, que empezamos a tener ya cierto nivel
de dependencia que nos
inutiliza para resolver algunos problemas si no contamos con su apoyo. Y la
educación no ha escapado a su influencia.
Estamos asistiendo al fenómeno de una educación que condiciona su eficiencia a su equipamiento
técnico, que está supeditada a las necesidades y requerimientos de
las empresas y cuyo currículum maneja
conceptos de practicidad, competencias o herramientas, con lo
que empieza a parecerse más a una simple instrucción que a una formación
encaminada a formar integralmente todas las facultades de la persona.
Este dominio de la técnica sobre las materias humanísticas se ha ido dando
de una manera progresiva y casi sin darnos cuenta. El currículum escolar ha
empezado a prescindir de asignaturas tan importantes como la filosofía y en otros casos ha
despreciado otras que se han catalogado de innecesarias porque aparentemente no
tienen aplicación práctica. Hay una idea generalizada de que las asignaturas humanísticas distraen de
las actividades escolares importantes y le quitan el tiempo a otros saberes que
son más provechosos.
No creo que la educación deba priorizar las ciencias sobre las
humanidades, ya que se trata de construir un currículum armónico, que retome la
auténtica formación integral de la que tantas veces se habla. Se trata también
de enseñarlos a buscar la
sabiduría, la belleza y el arte, porque no todo es utilidad o eficacia. Los hombres deben ser capaces de dominar la tecnología y seguir
avanzando en el camino del progreso, pero deben avanzar igualmente
en el conocimiento y la reflexión de las implicaciones éticas que supone
dicho progreso.
Con la ciencia
y la tecnología, el hombre dominará el mundo exterior, pero con la educación y la cultura, enriquecerá y
dominará su mundo interior. La UNESCO, en 1982, declaró:
“...que la
cultura da al hombre la capacidad de reflexionar sobre sí mismo. Es ella
la que hace de nosotros seres específicamente humanos, racionales, críticos y
éticamente comprometidos. A través de ella discernimos los valores y efectuamos
opciones. A través de ella el hombre se expresa, toma conciencia de sí mismo,
se reconoce como un proyecto inacabado, pone en cuestión sus propias
realizaciones, busca incansablemente nuevas significaciones, y crea obras
que lo trascienden”.
A la educación le
empieza a faltar ese rasgo humanista. No se puede enfocar en sólo instruir y adiestrar trabajadores para un
sistema económico global. Debe preparar y formar, al mismo tiempo, seres humanos completos, con sensibilidad, calidad y valores, por tanto,
las actividades artísticas, en cualquiera de sus manifestaciones, son un
buen medio para complementar el conocimiento
tecnocientífico.
Tal vez la cultura no tenga una aplicación práctica, pero embellece el espíritu, lo dota de sensibilidad y lo vuelve más humano.
“La cultura es la suma de todas
las formas de arte, de amor y de pensamiento, que en el curso de siglos han
permitido al hombre ser menos esclavizado” (André Malraux) Petra Llamas
Publicado en La
Jornada de Aguascalientes el viernes 18 de Noviembre del 2011.
Mail: petrallamasgarcia@gmail.com
Twitter: @petrallamas
Youtube: https://www.youtube.com/channel/UC9aYpMfchINwkzJpozbgE_g/videos
6 Comentarios
Cuanta razón tiene, que bueno que lo escribe y podemos leerlo.
ResponderEliminarMuchas gracias!
EliminarYa no se piensa en el arte y al cultura como parte importante de la educación, ahora todo se remite a educar para el trabajo y nada mas.
ResponderEliminarEfectivamente!
EliminarEfectivamente la cultura bien comprendida, se puede convertir justamente en la estética auténtica de la inteligencia, mas no en el maquillaje que muy fácilmente se deslava, a diferencia de la estética que cuando cobra sólidos cimientos, el ser humano tiende a poder desarrollar mas integralmente, cuya ventaja de esto es de potenciarse en su rendimiento en diferentes áreas, de que al saber estar en introspección con el mismo, rebasa la barrera de la uniformidad, pudiendo tender mas puentes fuera de sí, porque se está o se ha enseñado a pensar, cualidad que no es tan común, para así ir en la ruta del desarrollo mas integral del ser humano
ResponderEliminarMuy buena su reflexión. Muchas gracias
EliminarGracias por tus comentarios