Nunca se había
esperado tanto de la educación como ahora y, paradójicamente,
nunca se ha denostado tanto el papel de la escuela, de los
maestros y del sistema educativo completo.
Todo el mundo opina sobre
la importancia de la educación, pero la realidad es que pocos conocen cuáles son sus fines.
Según, Alfred North Whitehead: “La finalidad de la educación es infundir sabiduría, la cual consiste en saber usar bien nuestros conocimientos y habilidades. Tener sabiduría es tener cultura y la cultura es la actividad del pensamiento que nos permite estar abiertos a la belleza y a los sentimientos humanitarios.”.
Este filósofo inglés, en su obra: “Los fines de la educación”, alerta sobre el sentido práctico que últimamente se le está dando a la educación, al querer convertirla en actividad que únicamente hace competentes a los estudiantes para la vida laboral; al mismo tiempo revive la vieja polémica de si el fin último de la educación es instruir o educar.
Este afán de reducirla a su mínima expresión y darle un carácter utilitario, es el que está acabando con los ideales educativos que tenía la escuela en la antigüedad, según Whitehead.
Todo el mundo opina sobre
la importancia de la educación, pero la realidad es que pocos conocen cuáles son sus fines.
Según, Alfred North Whitehead: “La finalidad de la educación es infundir sabiduría, la cual consiste en saber usar bien nuestros conocimientos y habilidades. Tener sabiduría es tener cultura y la cultura es la actividad del pensamiento que nos permite estar abiertos a la belleza y a los sentimientos humanitarios.”.
Este filósofo inglés, en su obra: “Los fines de la educación”, alerta sobre el sentido práctico que últimamente se le está dando a la educación, al querer convertirla en actividad que únicamente hace competentes a los estudiantes para la vida laboral; al mismo tiempo revive la vieja polémica de si el fin último de la educación es instruir o educar.
Este afán de reducirla a su mínima expresión y darle un carácter utilitario, es el que está acabando con los ideales educativos que tenía la escuela en la antigüedad, según Whitehead.
Por otro lado,
los organismos internacionales han establecido una serie de
indicadores con los que miden la calidad de la
educación, indicadores que hablan de cobertura, equidad, eficiencia
terminal, deserción, capacitación docente, uso de las TIC´s o
infraestructura; por lo que pareciera que la tarea consiste en cumplir con
ellos, reduciendo la calidad al logro de los mismos, sin
que ninguno de ellos haga referencia directa a cómo lograr una
formación integral.
La
educación se está quedando sin ideales y empieza a asumir el papel de proveedor de recursos humanos, acorde a las
necesidades que marca el sector productivo, que no es que esté mal, lo malo es
que su función se reduce a un utilitarismo, que en nada refleja lo que debe ser la educación.
Estamos
asistiendo a una época de progreso, de grandes avances tecnológicos y un cúmulo
de información a la que tenemos acceso sin ningún problema,
pero no hemos podido lograr que se reviertan las enormes brechas y
desigualdades sociales, además de todos los conflictos, violencia, el
crimen organizado, el avance de las adicciones, la
desintegración familiar y muchas otras problemáticas que son
consecuencia de las anteriores.
A este respecto algunos autores señalan que justamente el progreso material suele traer aparejada una degradación moral, por lo que a la educación no le queda más remedio que recuperar su función de refuerzo de la familia en la formación de conciencias y de personas sabias, además de instructora de competencias y proveedora de personal para las empresas.
A este respecto algunos autores señalan que justamente el progreso material suele traer aparejada una degradación moral, por lo que a la educación no le queda más remedio que recuperar su función de refuerzo de la familia en la formación de conciencias y de personas sabias, además de instructora de competencias y proveedora de personal para las empresas.
"No es una mente, ni tampoco un cuerpo lo que educamos, es un hombre, así que no debemos hacer dos partes de él" Michel de Montaigne.
Las
escuelas tendrían que ser centros donde se garantice la
integridad física y emocional de los niños, dónde estos
aprendan normas de convivencia y respeto a los demás y donde
además estudien, aprendan y adquieran buenos hábitos.
La escuela no puede estar
supeditada a los gustos de los alumnos, ni facilitárselo todo en aras de una
pedagogía lúdica y permisiva, volviéndolos
indolentes, caprichosos y faltos de
voluntad.
A la
escuela le corresponde saber armonizar la
exigencia con la motivación y el
cariño, y su objetivo debe ser formar al
niño para que se convierta en un adulto
responsable, bueno y bien preparado.
Si la escuela que, según los agoreros, está condenada a desaparecer tiene como único fin la instrucción, es lógico que pierda su importancia, ya que ese papel lo puede adoptar cualquiera, pero si su función también es la de formar, permanecerá en el tiempo, porque nada la puede suplir, exceptuando a la familia.
Si la escuela que, según los agoreros, está condenada a desaparecer tiene como único fin la instrucción, es lógico que pierda su importancia, ya que ese papel lo puede adoptar cualquiera, pero si su función también es la de formar, permanecerá en el tiempo, porque nada la puede suplir, exceptuando a la familia.
Todo sistema
educativo necesita una base filosófica, pedagógica y humanista
y un deber ser superior al que aspirar, además de claridad en el tipo de
sociedad que se quiere construir y la clase de
persona que se debe formar; necesita asimismo tener maestros
cultos y con calidad académica y humana, con un gran sentido del deber y que sean un ejemplo para sus alumnos.
También necesita un cuerpo directivo eficiente y con formación ética. Es imprescindible, además, que cuente con el apoyo de familias comprometidas con la educación de sus hijos y que se conviertan en aliados de los profesores. Faltan también programas académicos que formen integralmente y escuelas dignas y bien equipadas.
También necesita un cuerpo directivo eficiente y con formación ética. Es imprescindible, además, que cuente con el apoyo de familias comprometidas con la educación de sus hijos y que se conviertan en aliados de los profesores. Faltan también programas académicos que formen integralmente y escuelas dignas y bien equipadas.
Seguramente
podría seguir enumerando una serie de necesidades que a todas luces parecerán
ideales, pero eso es precisamente lo que está necesitando la
educación. Ya hay demasiado sentido práctico
en ella, ahora es tiempo de darle un sentido más completo y
trascendental.
Fernando Savater dice:
Fernando Savater dice:
“Un
proceso de enseñanza nunca es una mera transmisión de
conocimientos o destrezas prácticas, sino que se acompaña de un
ideal de vida y de un proyecto de sociedad”. Petra
Llamas
Twiter: @PetraLlamas
Correo: petrallamasgarcia@gmail.com
youtube: https://www.youtube.com/c/ReflexionesdelaMaestraPetraLlamas
Publicado en La Jornada de Aguascalientes el 18 de enero del 2013.
5 Comentarios
ESTE ARTICULO ES EXCELENTE, MUCHAS FELICIDADES MAESTRA
ResponderEliminarEs muy necesario que se escriban estas cosas, me gusto mucho.
ResponderEliminarQue bonito articulo
ResponderEliminarGracias por el documento.Muy oportuno. ¿Podrías profundizar un poco sobre valores a promover en la ESCUELA, en la FAMILIA, y en la CONVIVENCIA SOCIAL?
ResponderEliminarMuchas gracias por leer mi artículo y gracias también por su sugerencia, la tendré presente. Saludos cordiales
EliminarGracias por tus comentarios