Los cambios constantes en educación y el impacto que provocan




Todos los que tuvimos la fortuna de estudiar filosofía, porque aún formaba parte del currículum escolar, conocemos a Heráclito de Éfeso (VI-V a.C.) y estoy segura de que todos nos acordamos de su famosa frase: 
Nadie se baña dos veces en el mismo río. Todo fluye”.
En ese entonces yo consideraba que su teoría era difícil de creer, porque todo parecía estático, predecible y seguro y si se producía algún cambio siempre era precedido de un desastre natural o un acontecimiento singular. Hoy, Heráclito, podría ser el mejor representante de la sociedad posmoderna y global, ya que el cambio es lo único permanente.
Durante los últimos años, se han venido dando una serie de cambios continuos y con tanta rapidez, que muchas veces no ha habido el tiempo suficiente para asimilarlos y todos ellos, sin excepción, impactan directa o indirectamente en la educación. Es lógico, porque si la sociedad cambia, la escuela también. No obstante, empieza a ser peligroso que la educación siga cambiando a ese ritmo, ya que señala una carencia absoluta de planeación educativa en toda regla. 
Los problemas se agravan si estos cambios no han sido consensuados por todos los involucrados en el hecho educativo, porque la resistencia y el rechazo harán acto de presencia. Habrá padres molestos, alumnos confundidos y profesores que se sentirán desplazados por no haber sido tomados en cuenta. La consecuencia será más notoria cuando no se obtengan los resultado esperados, que es lo que está ocurriendo últimamente.
Que la educación debe caminar de la mano del progreso o mejor aún, provocarlo, es algo indiscutible, pero para que haya un cambio educativo se tiene que partir, no sólo de lo que está ocurriendo en el contexto, sino también del concepto de ser humano que se desea formar y el tipo de sociedad que se pretende construir.
Desde que la globalización hizo su aparición, la mayoría de los cambios educativos no se han basado en teorías pedagógicas o filosóficas, sino que se han cimentado en teorías económicas, considerando la escuela como un espacio que les facilitará su incorporación al mundo laboral y al mismo tiempo coadyuvarán en el desarrollo del país. 
Con ese enfoque se ha adoptado también un vocabulario en el que se habla de “competencias”, “herramientas” y otras palabras, más propias de una fábrica o empresa que de una escuela.
“La universidad con salsa boloñesa es la muerte de la universidad. La universidad era un templo de sabiduría. Esto que hacen ahora es una escuela politécnica. Han dado la universidad a los financieros y los financieros lo que quieren es ganar dinero. Eso implica que lo que se enseña es saber hacer cosas, pero no saber cómo son las cosas” José Luis Sampedro
El cambio educativo no puede enfocarse sólo en teorías económicas o en la eficacia tecnológica y la especialización en determinadas áreas de las ciencias, sino que debe considerar también las cuestiones humanísticas y éticas puesto que con ellas se engrandecerá y será mucho más completo. Está bien prepararlos para el mundo laboral, pero hacerlo de una manera integral, para que ellos e conviertan en los actores de un cambio social positivo.
Por otra parte, la capacitación del profesor debería tener también contenidos humanísticos y una formación con sentido crítico y global, para que pueda conocer las necesidades del mundo actual y las de sus propios alumnos. Creo que la formación ideal de un profesor es aquella que lo vuelve un hombre culto y educado en toda la extensión de la palabra. 
Édgar Morín, en su obra sobre “Los sietes saberes para la educación del futuro”, dice:
Las mentes formadas sólo por las disciplinas pierden la capacidad para contextualizar los conocimientos e integrarlos de forma natural, y todo ello nos lleva al individualismo porque sólo nos ocupamos de nuestra parcela especializada y dejamos de sentir los vínculos que nos unen a los demás”.
Recordar a Heráclito no ha sido un chispazo de nostalgia que me hizo reflexionar sobre un currículum que estimo mejor conformado que el de ahora, a pesar de todos los cambios que ha sufrido. Ha sido una alusión explícita a la necesidad de completar la preparación de los alumnos con contenidos de ciencias humanas y con habilidades para la introspección, el análisis y la reflexión, ya que actualmente no tienen demasiada presencia en los actuales programas educativos. 
Los cambios en educación, aunque marchen de la mano del progreso, deben ser cuidadosamente pensados, bien planeados y siempre focalizados en la construcción de un ser humano completo, que nos hagan ser mejores personas y con una mayor riqueza interior. 

Por ningún motivo nos puede hacer retroceder en la parte humana y menos aún, convertirnos en simples instrumentos de un sistema económico o parte del capital de trabajo de una empresa, sin pensamiento propio ni criterio, pero sobre todo sin una filosofía existencial. 

“La profundidad del proceso de cambio social que tiene lugar actualmente nos obliga a reformular las preguntas básicas sobre los fines de la educación, sobre quiénes asumen la responsabilidad de formar a las nuevas generaciones y sobre qué legado cultural, qué valores, qué concepción del hombre y de la sociedad deseamos transmitir”. Juan Carlos Tedesco  Petra Llamas 

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Youtube: https://www.youtube.com/c/ReflexionesdelaMaestraPetraLlamas/videos 


Publicado en La Jornada de Aguascalientes, Viernes, 24 de Junio de 2011. 



2 Comentarios

  1. Muy buenas tardes, el comentario es interesante, actualmente los famosos modelos pedagógicos esta enfocado en diferentes países y con la globalización esta direccionado en teorias económicas..

    Jacob

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  2. Muchas gracias por su comentario. Saludos

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Gracias por tus comentarios