“La inclusión se ve como el proceso de identificar y responder a la diversidad de las necesidades de todos los estudiantes a través de la mayor participación en el aprendizaje, las culturas y las comunidades, y reduciendo la exclusión en la educación” UNESCO
En la educación inclusiva tiene mucha importancia la idea de
atender a aquellos que están en riesgo de ser excluidos y hacerlo de manera
equitativa y con calidad, sin discriminarlos por
su condición física, social, política, religiosa o étnica, con la finalidad de
proporcionarles las oportunidades de
desarrollo integral como seres humanos.
“La inclusión simplemente denota una serie de amplios principios de justicia social, equidad educativa y respuesta escolar”. Julie Dyson
La escuela inclusiva supone una nueva
forma de entender la educación, en la que todos deben acceder a ella y aprender juntos. En la que ya no debe
haber espacios y maestros para
los alumnos con
necesidades especiales, ni espacios y maestros diferentes para aquellos que no
las tienen. Implica también modificar el currículum; desarrollar una formación docente que equilibre las cuestiones pedagógicas con las psicológicas, terapéuticas y valorales. Necesita un presupuesto bien asignado y sobre todo voluntad política para que se
pueda llevar a la práctica.
El tema de la inclusión en
educación no es nuevo, pero puede decirse que fue en la Conferencia
Internacional de Educación para Todos (EPT) de Jomtien en 1999 donde por primera vez se señala la necesidad
de que todos, sin distinción, puedan ejercer su derecho a la educación.
Posteriormente aparecerán otros
documentos europeos e internacionales, en el rubro de las necesidades educativas especiales, como:
- La “Resolución del Consejo relativa a la integración de los niños y jóvenes minusválidos en los sistemas educativos ordinarios” (CE, 1990);
- La “Declaración de Salamanca” (UNESCO 1994);
- La “Carta de Luxemburgo” (Programa Helios 1996);
- La “Resolución del Consejo sobre la igualdad de oportunidades en educación y formación para los alumnos y estudiantes con discapacidad” (CE, 2003)
- La “Convención sobre los derechos de las personas con discapacidad” (Naciones Unidas 2006)
Pero sin duda, el documento más
emblemático, es el de las opiniones de los jóvenes con necesidades especiales
en 2007 en la Audiencia titulada:
“Jóvenes voces: Encuentro sobre la Diversidad y Educación” organizado por el Ministerio de Educación Portugués.
La “Declaración de Lisboa: Opiniones
de los jóvenes sobre Inclusión Educativa” fue el resultado de
una serie de propuestas de jóvenes con necesidades educativas especiales de
nivel secundaria, de formación profesional y de educación superior de 29 países europeos.
En este documento, los jóvenes redactaron sus derechos
en primera persona. “Tenemos
derecho a”. También
expusieron las mejoras y carencias, los retos y necesidades y emitieron su opinión sobre la educación
inclusiva. Al final, en un texto hermoso y emotivo que vale la pena conocer,
concluyeron:
“Somos los constructores de nuestro futuro. Necesitamos eliminar las barreas que hay en nuestro interior y las del exterior. Debemos crecer más allá de nuestras discapacidades, sólo así el mundo nos aceptará mejor”
Hay leyes internacionales como: La Convención sobre los Derechos del
Niño. La Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad. La Convención
Interamericana para la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra las Personas
con Discapacidad.
Sin embargo, este sustento jurídico no es
suficiente para que un proyecto de
inclusión tenga éxito, ya que faltan las estrategias, para poder
implementarlo de acuerdo al contexto de cada país.
La escuela
inclusiva está basada en un modelo
pedagógico que exige otro enfoque. Supone concebir la educación
como el medio idóneo para desarrollar la cultura de aceptación de la diversidad y la no discriminación.
Se necesita un cambio de actitud en profesores, padres de
familia y en toda la sociedad, porque lo cierto es que, para lograr una educación incluyente, se necesita que
la sociedad también lo sea. Es preciso que pase, de ser una hermosa
utopía, a ser una realidad
posible.
“La utopía está en el horizonte. Camino dos pasos, ella se aleja dos pasos y el horizonte se corre diez pasos más allá. ¿Entonces para qué sirve la utopía? Para eso, sirve para caminar”. Eduardo Galeano (Periodista y escritor uruguayo). Petra Llamas
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Publicado en La Jornada de Aguascalientes el 13 de junio del 2014.
1 Comentarios
Genial!
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