Los Millennials son jóvenes que nacieron en los 80´s y llegaron a la mayoría de edad en el 2000, por eso se les llama así o “Generación del Milenio”. Algunos autores los llaman “Generación Y” o también “Generación perdida”, entre los apelativos menos afortunados.“La juventud, aun cuando nadie la combata, halla en sí misma su propio enemigo”. William Shakespeare
Los expertos clasifican las últimas generaciones de acuerdo a los años en que nacieron y se desarrollaron y que, a grandes rasgos, es la siguiente:
1. Los “Baby Boomer” que nacieron entre los 40´s y los 60´s y que deben su nombre al repunte en las tasas de natalidad después de la 2ª Guerra Mundial.
2. La “Generación X” que abarca a los que nacieron entre los 60´s y los 80´s. y se llaman así por el libro de Douglas Coupland, "Generation X: Tales for an Accelerated Culture" en el que describe a los adolescente de ese momento.
3. La “Generación Y” o “millennials”, nacidos entre los 80´s y 90´s y denominada así por ser la que sigue a la X.
4. La “Generación Z” que nació del 2000 en adelante y le dieron ese nombre porque sigue a la Y.
Los millennials son el producto de la educación de unos padres menos rigurosos, instruidos en escuelas donde predominaba el juego y la enseñanza kinestésica. Son producto de una sociedad cambiante y consumista y a los que les llegó el desarrollo de las nuevas tecnologías sin previo aviso, tecnologías con las que crecieron y a las que acabaron dominando como si formaran parte de su propio código genético. Son una generación que sorprende a todos y a la que ha sido más fácil criticar que entender.
Los padres de los “Millennials” sermonean a sus hijos y les recuerdan
constantemente que ellos empezaron a trabajar de jóvenes, que formaron
una familia, que hicieron
carrera en su trabajo y en la misma empresa y
que gracias a eso tienen asegurada su vejez.
Han crecido en familias que no querían repetir los esquemas de rigor y exigencia con los que ellos fueron educados y se volvieron más amigos que padres de sus hijos, así que no debe extrañarnos que se sientan a gusto y no quieran abandonar el hogar a los 18 años o después de la carrera, como pasaba antes, aunque en muchas ocasiones la razón principal para quedarse junto a sus padres es no tener trabajo o dinero para independizarse.
Otra característica típica de ellos es que tampoco parecen
dispuestos a adquirir compromisos,
así que el matrimonio o los hijos no forma parte de sus planes.
Su trayectoria escolar la han vivido como en un kínder perpetuo, ya que la educación que se les proporcionó, y que se les sigue proporcionando, no contemplaba el esfuerzo, la perseverancia o la rutina y mucho menos la exigencia.
Su trayectoria escolar la han vivido como en un kínder perpetuo, ya que la educación que se les proporcionó, y que se les sigue proporcionando, no contemplaba el esfuerzo, la perseverancia o la rutina y mucho menos la exigencia.
El modelo educativo, con el que a ellos
les ha tocado formarse, aboga por una enseñanza lúdica, práctica y con pocos contenidos y las nuevas tecnologías lo hacen aún más
divertido. El conflicto entre esa clase de educación y las condiciones que encontrarán en una empresa
inicia cuando entran a trabajar.
Es entonces cuando se dan cuenta de que han vivido en una burbuja.
Por otro lado, son la generación mejor preparada de la historia y manejan como nadie las nuevas tecnologías y su estilo de comunicación es a través de las redes sociales. Se sienten muy cómodos con las profesiones que apuestan por la creatividad y las ideas y que tengan un fuerte componente social y emocional.
Prefieren ser autónomos y tener su propio negocio a trabajar en algo que no les guste, porque valoran muchísimo una vida personal feliz, aunque lamentablemente no cuentan con las habilidades y conocimiento y el ensayo y error acaba por desanimarlos. Esto es lo que más agobia a los padres que ven cómo pasa el tiempo y sus hijos no acaban de encontrar la estabilidad laboral que ellos tuvieron a su edad.
Las empresas, por su parte, no han sabido adaptarse a los tiempos y mantienen sus esquemas de organización vertical y con estructuras rígidas, horarios fijos, dedicación completa, contrataciones temporales, por medio de outsourcing, y sueldos de miseria.
Por otro lado, son la generación mejor preparada de la historia y manejan como nadie las nuevas tecnologías y su estilo de comunicación es a través de las redes sociales. Se sienten muy cómodos con las profesiones que apuestan por la creatividad y las ideas y que tengan un fuerte componente social y emocional.
Prefieren ser autónomos y tener su propio negocio a trabajar en algo que no les guste, porque valoran muchísimo una vida personal feliz, aunque lamentablemente no cuentan con las habilidades y conocimiento y el ensayo y error acaba por desanimarlos. Esto es lo que más agobia a los padres que ven cómo pasa el tiempo y sus hijos no acaban de encontrar la estabilidad laboral que ellos tuvieron a su edad.
Las empresas, por su parte, no han sabido adaptarse a los tiempos y mantienen sus esquemas de organización vertical y con estructuras rígidas, horarios fijos, dedicación completa, contrataciones temporales, por medio de outsourcing, y sueldos de miseria.
Es
una lástima porque estos jóvenes pueden
aportar frescura, innovación y creatividad a la organización y una nueva manera
de relacionarse en el trabajo. Realmente uno de los mayores retos de nuestra
sociedad es integrar a los millennials al
mundo laboral y en esa
integración ambas partes deben ceder.
A la “Generación del Milenio” se les ha estigmatizado y condenado porque en apariencia son ególatras y despreocupados, sin un plan de vida, pero es que ellos ven la vida de otra manera. Valoran el éxito en la medida en que les gusta lo que hacen y se preocupan más por el hoy y el ahora que por un futuro incierto que no pueden predecir como antes.
A la “Generación del Milenio” se les ha estigmatizado y condenado porque en apariencia son ególatras y despreocupados, sin un plan de vida, pero es que ellos ven la vida de otra manera. Valoran el éxito en la medida en que les gusta lo que hacen y se preocupan más por el hoy y el ahora que por un futuro incierto que no pueden predecir como antes.
Son el producto de
muchos aciertos, pero también de muchos errores que habría que corregir por el bien de la "Generación Z", entre ellos el tema
de la educación, tanto en
la familia como en las
instituciones educativas y en eso, gobierno y empresas también deberían
participar.
Los millennials no son la “Generación perdida” son el relevo, vienen con nuevos bríos, tienen otra perspectiva del mundo y les gusta la libertad. Hay que entenderlos y apoyarlos.
Los millennials no son la “Generación perdida” son el relevo, vienen con nuevos bríos, tienen otra perspectiva del mundo y les gusta la libertad. Hay que entenderlos y apoyarlos.
“Se dice que las nuevas generaciones serán difíciles de gobernar. Así lo espero”. Petra Llamas
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Correo: petrallamasgarcia@gmail.com
youtube: https://www.youtube.com/c/ReflexionesdelaMaestraPetraLlamas
Publicado en La Jornada de Aguascalientes el 7 de noviembre del 2014
2 Comentarios
Gracias por tu blog y tus contenidos. Enhorabuena. Un saludo. Nadia.
ResponderEliminarMuchas gracias, Nadia, por leer mis artículos. Saludos
EliminarGracias por tus comentarios